lunes, 27 de octubre de 2025

Mi crush de la infancia

 Mi crush de la infancia

Jugábamos sin prisa ni medida,
tú, un poco mayor, mi risa encendida.
Entre ocurrencias, sueños y promesas,
corríamos tras tardes traviesas.

En el recreo, tu sombra y la mía
se buscaban siempre, día tras día.
Tú ibas un grado más adelante,
pero el cariño no vio distantes.

Y en esos días de asueto y verano,
nuestras familias se unían temprano.
En la playa reíamos sin prisa,
y en la piscina ¡Marco Polo!, tu risa.
El sol nos miraba, dorado y ligero,
mientras guardaba tu secreto primero.

Hubo un “quiero decirte algo”,
que el viento llevó por los acantilados.
Pero yo supe, sin que hablaras,
lo que tus ojos ya revelaban.

Pasaron los años, cambió el camino,
la vida tejió su propio destino.
Dejé en el tiempo aquella inocencia,
pero guardé tu voz en mi conciencia.

Hoy te reencuentro, hombre sereno,
con sueños cumplidos, con paso pleno.
Hoy estás un hombre, un poco más gordo,
y quizás te falte algo de pelo…
Pero conservas, igual que antes,
tu risa clara, tu luz constante,
y ese corazón noble y sincero,
que aún refleja al niño primero.

Me dices suave, con voz que calma:
"Tenemos una historia", que guardas en tu alma, 
nunca contada, pero viva en nuestras miradas, 
un secreto a voces, no compartida y siempre callada.

Y siento que el tiempo, sin pedir nada,
cerró el círculo con mirada honrada.

Me llena el alma verte brillar,
y gracias te doy por en mi confiar.
Por abrirme puertas y tender tu mano,
guiar mis pasos en mi propio tramo.
Aquel cariño, puro y temprano,
hoy florece en respeto y amor humano.

2 comentarios: